Toda una Humanidad -sin distinción de culturas, razas o credos-
quiere definitivamente vivir en paz y libertad “Toda una Humanidad -sin distinción de culturas, razas o credos-
quiere definitivamente vivir en paz y libertad auténticas, y está
sumándose a este emprendimiento humanitario e integrador, poniendo
todo su ideal, su energía y su entusiasmo en esta empresa común de
enorme trascendencia: superar un paradigma caótico y destructivo de
civilización, y abrazar la transición y el cambio hacia uno
verdaderamente armónico, consciente, elevado, puro, una hermandad
humana, planetaria y universal (…)
Porque pronto llegarán de nuevo momentos, donde -como hicimos con la
gripe A- habremos de ejercer pacíficamente la DESOBEDIENCIA CIVIL en
defensa de nuestros derechos fundamentales, manifestando
inequívocamente nuestra voluntad de vivir libres e independientes en
una sociedad armónica, liberada del yugo del poder global corrupto. El
Amor es más poderoso que el miedo. Y así será”
Freeman
Son ya millones de personas en todo el mundo las que, hermanadas en
sus conciencias y corazones, se movilizan y actúan de forma decidida y
entusiasta -cada una según sus dones y posibilidades- en pro de la
consecución de objetivos comunes, trascendentes e ineludibles, como
son:
* el cumplimiento real y efectivo de los Derechos Humanos
* la protección eficaz del medio ambiente, preservando la
naturaleza en toda su biodiversidad y ecosistemas
* la transparencia institucional, bancaria, financiera e
industrial, terminando con la ocultación, la impunidad y los secretos
de estado
* la limpieza, supervisión y fiscalización pública e independiente
de la actuación de las administraciones, centros y organismos
estatales e internacionales
* y la liberación de las tecnologías armónicas suprimidas.
Toda una Humanidad -sin distinción de culturas, razas o credos- quiere
definitivamente vivir en paz y libertad auténticas, y está sumándose a
este emprendimiento humanitario e integrador, poniendo todo su ideal,
su energía y su entusiasmo en esta empresa común de enorme
trascendencia: superar un paradigma caótico y destructivo de
civilización, y abrazar la transición y el cambio hacia uno
verdaderamente armónico, consciente, elevado, puro, una hermandad
humana, planetaria y universal.
En este nuevo paradigma, apenas naciendo en medio del sombrío y
convulso panorama actual, pleno de desafíos, revelaciones y escándalos
globales, ya no caben ni pueden perdurar por más tiempo sucesos,
lacras y hechos aberrantes diseñados, producidos y fomentados por la
élite económica-industrial que -asentada en sociedades secretas-
controla el planeta y sus recursos, manejando todo a través de
organizaciones, gobiernos, instituciones y medios de comunicación
masivos, todos ellos títeres del poder global corrupto, en este
sistema mundial de esclavitud humana, atroz y despiadado, basado en la
explotación, la violencia, el abuso y la exclusión de la mayoría, en
beneficio de unos pocos.
Ya no es posible tolerar -sin comprometer dramáticamente la
supervivencia de nuestra especie- los criminales procedimientos y
resultados de esos pocos encumbrados en el poder, enfermos de odio y
ambición, que tiranizan a la Humanidad con sus perversas creaciones,
tales como terrorismo, autoatentados, hambrunas, pobreza, pandemias y
enfermedades de laboratorio, chemtrails, tráfico de armas y drogas,
mafias, transgénicos, químicos alimentarios y farmacológicos,
contaminación ambiental, desinformación masiva, crisis económicas,
corrupción financiera, política y sanitaria, tecnologías nocivas de
ondas de alta frecuencia, armas secretas climáticas, mentales,
electromagnéticas…
Ante este órdago que está siendo lanzado contra las sociedades y los
pueblos del mundo, no podemos quedar pasivos, indiferentes o
inoperantes, sino que hemos de actualizar y emplear todos nuestros
recursos internos y externos, sumando fuerzas entre todos para -
unidos- dar clara y cumplida respuesta, firme y pacífica, rechazando
la arbitrariedad e imposición abusiva de más control esclavizador, y
promoviendo y laborando en cambio por la hermandad de toda la raza
humana; la transparencia en todos los ámbitos; la igualdad en
dignidad, derechos y deberes; la corresponsabilidad y la
interdependencia en el marco de un escrupuloso respeto a los Derechos
Humanos; la relación armónica, respetuosa y simbiótica con el medio
ambiente, con los ecosistemas, con toda la naturaleza y los seres
vivos que la pueblan; en suma, la honestidad, la solidaridad, la
fraternidad, la paz y el Amor Incondicional Universal, en base al
empoderamiento personal y al desarrollo de todo el potencial de cada
individuo, en una sociedad concebida como una auténtica familia humana
y planetaria, libre, independiente y armónica.
Difundamos, pues, todas estas claves en toda la amplitud que esté a
nuestro alcance, pues todo será más asequible cuanto más informado y
sensibilizado esté el colectivo social con lo que experimentará y
verá, con lo que ya está empezando a presenciar, en estos dolores de
parto de la nueva Humanidad y la nueva Tierra.
Si muy recientemente hubo un gran triunfo de la sociedad, al conocer y
difundir masivamente la información libre, rechazando así
mayoritariamente una vacunación fraudulenta y arriesgada para una
falsa pandemia, hemos ahora de repetir esta gesta incluyendo esta vez
todos aquellos hechos y conocimientos -en todas las áreas- que la
gente debe urgentemente saber, y que le han sido ocultados y negados.
Porque pronto llegarán de nuevo momentos, donde -como hicimos con la
gripe A- habremos de ejercer pacíficamente la desobediencia civil en
defensa de nuestros derechos fundamentales, manifestando
inequívocamente nuestra voluntad de vivir libres e independientes en
una sociedad armónica, liberada del yugo del poder global corrupto. El
Amor es más poderoso que el miedo. Y así será.
Autor: Freeman de Liberación Ahora